DE LA FILOSOFÍA Y LA GUERRA. SIMONE WEIL EN LAS MILICIAS DE ARAGÓN [AGOSTO 1936].

El valor intelectual impregna el pensamiento de Simone Weil, incluyendo sus propias reflexiones sobre la guerra. Le interesaba  sacar a la luz la verdad que oculta la guerra. Mantuvo en algunos momentos, de hecho, posiciones pacifistas, dando un giro a partir precisamente de su propia experiencia en la guerra de España, cuando comprendió que la barbarie es una tendencia inseparable de la condición humana, si se dan las condiciones propicias. Razonable era, entonces, reconocer la fuerza y tomar la resolución de resistirse a ella con la acción, no con el pacificismo; rechazarla con repugnancia y desprecio, tal como fue su posición frente al nazismo. El pacifismo -escribió-, aunque se afirme como actitud moral, no es razonable como praxis ante la barbarie y el prestigio de la fuerza, que resumen la verdad de la guerra.

SIMONE WEIL. CARTA A GEORGES BERNANOS (1938)

Por ridículo que sea escribir a un escritor, que está siempre, por la naturaleza de su oficio, inundado
de cartas, no puedo resistirme a hacerlo después de haber leído Los grandes cementerios bajo la
luna. No es la primera vez que un libro suyo me afecta; el rural Diario de un cura es a mis ojos el
más hermoso, al menos de los que he leído, y ciertamente un gran libro. Pero aunque me hayan
podido gustar otros libros suyos, no tenía ninguna razón para importunarle escribiéndole.

SIMONE WEIL. ANTÍGONA

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Este artículo fue publicado originalmente por Simone  Weil  en  una revista dirigida a obreros (Entre nous, chronique de Rosieres, Rosieres, 16 de mayo de 1936). Con él quiso dar comienzo a un antiguo proyecto suyo: hacer accesible a las masas populares las grandes obras de la filosofía griega. La traducción castellana, de María Eugenia  Valentié, fue publicada  en: S. Weil, La fuente griega, Editorial Sudamericana, Buenos Aires  1961. Se reproduce aquí con autorización de esa Editorial (nota del editor).