de cartas, no puedo resistirme a hacerlo después de haber leído Los grandes cementerios bajo la
luna. No es la primera vez que un libro suyo me afecta; el rural Diario de un cura es a mis ojos el
más hermoso, al menos de los que he leído, y ciertamente un gran libro. Pero aunque me hayan
podido gustar otros libros suyos, no tenía ninguna razón para importunarle escribiéndole.
